martes, 17 de febrero de 2015

"¿Bachiller o Licenciado?" - Por: César Boyd Brenis - Diario "La Industria" (22/01/15)

Hace tres años, en la Escuela de Post-grado de mi Alma Mater, me encontré con una ex compañera de universidad. Ella había solicitado un documento que avalaba sus casi concluidos estudios de maestría; pero se regresaba a hacer un reclamo que, según decía, le causaba indignación.   

En el dichoso papelito le habían colocado que la “Bachiller Tal estaba cruzando estudios…”. “¿La Bachiller?”, me dijo, “¿qué se han creído? ¡Yo soy Licenciada!”. Cuando le dije que también era bachiller, me dio un confuso discurso que no pude entender y, por la magnitud de su cólera, preferí no seguir con esa discrepancia lógica.

Le quise hacer recordar aquella clarísima explicación que nos dio el profesor de Literatura Peruana (allá por el sexto ciclo, creo) acerca de los grados y los títulos, en cuya clase definitivamente ella también estuvo. Pero no. Entonces desde ese tiempo hasta la fecha, todavía puedo encontrar colegas que no tienen muy claro el rumbo de sus estudios y confunden agua con aceite a pesar de bañarse con ambos todos los días. 

Cuando uno cruza los cinco, seis o más años de universidad, termina con una capacidad investigativa determinada, aprendida a lo largo de ese periodo, asimilada en sus cursos teóricos y metodológicos, es decir, concluye con un determinado conocimiento de la ciencia en general y algunos puntos particulares de su aplicación. A ese nivel o grado finiquitado se le llama bachillerato.

Si se quiere seguir por la línea de la investigación, profundizando en el campo científico, —en otras palabras— si se desea subir de grado, para aplicar nuevas teorías o descubrir importantes hipótesis que alimentarán la fuente investigativa, entonces el estudio que se demanda es el de maestría. Y, siguiendo ese camino, el doctorado sería otro grado más en donde —aquí se marca la diferencia— se ostenta una teoría propia (por eso recordemos que no todos los médicos o abogados son doctores y, en su mayoría, ni siquiera magísteres).

En cambio, la licenciatura es el permiso que te brinda el estado de un país para validar tu competencia dentro de tu especialidad, es decir, el visto bueno para saber si estás apto en tu disciplina particular y puedes ir al campo laboral y aplicar los conocimientos de tu específica carrera. Ese permiso o licencia se llama título profesional. Y si se quiere continuar profundizando en una rama mucho más específica de una disciplina, se puede escoger una “segunda especialidad” y así conseguir otro título. Por tal motivo, uno puede ser bachiller y licenciado al mismo tiempo, o tener dos o tres títulos y seguir siendo bachiller.


Por el contrario, cuando se quiere seguir una maestría, importa poco el título, por eso jamás te lo piden y ni siquiera lo mencionan de pasada. Hoy en día, con tantas maestrías en el mercado —y con las menciones más quijotescas— ya hasta se han olvidado de la esencia de seguir estudiando y de la vertiente formal de los procesos académicos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario