Hace unos meses, el poeta Cromwell Castillo me hizo una llamada para saludarme e invitarme a una entrevista. Me alegró que después de un buen tiempo saliera a la luz. Cuando la releo me pregunto si aún conservo algunas de las opiniones que aquí aparecen. Pero siempre la sinceridad queda plasmada, así las palabras puedan parecer de una humildad latente. Gracias, Cromwell, por la consideración. Por los viejos tiempos de Signos.
César Boyd Brenis: "La poesía crea identidad"
César Boyd Brenis es
un educador
y poeta ferreñafano radicado
en Chiclayo. En el
2006, junto a los compañeros
universitarios Ronald Calle y
José Abad, fundamos el Grupo
Literario "Signos", de cuya
etapa nos quedaron los libros
colectivos "Signos" (2007) y
"Demolición de los reinos"
(2010). Boyd es un ávido lector,
y como artista es autocrítico;
lo seduce la literatura de
Fernando Pessoa, Leopoldo
María Panero, Heinrich Böll,
Derek Walcott y Charles
Bukowski; además de la filosofía
existencialista de Jean
Paul Sartre. A la fecha tiene
cinco libros publicados y ha
sido incluido en cuatro antologías.
¿César, qué importancia tiene
para el ciudadano leer poesía?
Si me preguntas por el
"ciudadano",
te diría que no tiene
ninguna importancia que lea
poesía. La visión del ciudadano
es práctica. El "ciudadano"
debe sobrevivir en un mundo
con escaso empleo y desbordante
delincuencia; y sobrevivir
es asumir el terrible entorno,
disfrazarse, desvirtuarse o
enfurecerse…
Entonces los conceptos
"ciudadano"
y "ser humano" no se
rigen bajo un mismo orden de
conducta…
Si me preguntas por el "ser
humano", entonces hay un
giro que, no sabiendo de dónde
viene, me distancia de todo
y hace que ese o aquel hombre
se vuelvan yo, se refleje en
lo mismo que en mí vive. Entonces
la poesía adquiere otro
matiz, algo más trascendental,
y ahí sí podría decir que tiene
una importancia de ensimismamiento,
de reconocimiento
del propio ser.
¿Y acaso no es necesario ese
"reconocimiento" en el
ciudadano?
Sí, en el ciudadano tanto "ser
humano", es decir, tanto se
una a mí en causa común.
Pero la practicidad de la vida
diaria hace el desmadre de lo
real, hace que prevalezca la
extraversión y el interés egoísta.
Date cuenta que los sicarios
y los corruptos también
son ciudadanos, pero sería
muy difícil pensar -en tanto
ejercicio- que están unidos a
mí y se conmueven al leer
"Campos de Castilla" de
Machado,
por ejemplo. Todo
pena, incluso hasta las lágrimas.
Tú eres educador, ¿eso no es
caer en aquello que llaman
"pesimismo docente"?
El pesimismo docente no existe.
La educación tiene que enfrentarse
con el tema de la libertad.
Yo les digo a los estudiantes,
sobre todo a los adolescentes:
"tú puedes no presentarme
la tarea, pero el precio
de eso no sólo será la mala
nota, sino el castigo de tus
padres a los que informaré
debidamente". Si uno hace o
deja de hacer algo, tendrá que
ser enfrentándose con el efecto.
El ejercicio de leer poesía
crea "seres humanos", cuyo
efecto será enfrentarse a sí
mismos en libertad. El ejercicio
del ciudadano, en general,
es sobrevivir, digamos, con la
"materia" (en términos
marxistas),
y la poesía es la espiritualidad
de alguien que no
conocemos pero que quiere
ser nosotros. Viéndolo bien, es
difícil unir una y otra cosa a
pesar que es el mismo sujeto
de análisis.
¿Cómo puede influir la poesía
en la sociedad?
Las sociedades del mundo se
crearon sin poesía, y podrían
vivir sin ella. Sartre dice que
tal vez sería mejor vivir sin ella,
pero creo que en esa circunstancia
no se experimentaría la
creatividad como lo único que
no pertenece a la
"estructura"
que nos gobierna como ciudadanos,
como población que
necesita ser ordenada. La educación
necesita ayudar a ese
fin, en los que crean en ella,
pero como se está en libertad,
los ciudadanos también tienen
derecho a no creer en el hecho
educativo y mucho menos
en la poesía. Pero hay algo que
es importante decir y es que
las sociedades crean cierta
identidad con la poesía, es
decir, posibilitan su asentamiento,
tal vez por ahí vaya su
importancia; aunque la identidad
es uno de los temas más
complejos, y sería imposible
separar dichos fenómenos en
su naturaleza.
César, algunas de las cosas
que más conversábamos con
los demás Signos era sobre los
tópicos y categorías poéticas.
Y en algo estábamos de acuerdo…
¿Sigues sosteniendo que
la poesía tiene dimensión social,
que es social en sí misma?
La poesía siempre es social.
Te hablaba de la identidad y
la poesía, y cabe resaltar ante
eso, que la identidad siempre
se construye en sociedad. La
poesía que habla de una piedra
tirada en el camino de
otro cosmos, representa en el
fondo algo que no está claro
como mensaje lingüístico,
pero que indiscutiblemente es
algo que pertenece al enfrentamiento
del ser humano con
este mundo, y eso es un hecho
social; incluso querer
destruir la sociedad con un
poema es social. Otro asunto
es la poesía política, y en ella
siempre hay un rasgo interesante
de ideología más cuadriculada,
aunque respetable.
Me parece no adecuada pero
no incorrecta.
y poeta ferreñafano radicado
en Chiclayo. En el
2006, junto a los compañeros
universitarios Ronald Calle y
José Abad, fundamos el Grupo
Literario "Signos", de cuya
etapa nos quedaron los libros
colectivos "Signos" (2007) y
"Demolición de los reinos"
(2010). Boyd es un ávido lector,
y como artista es autocrítico;
lo seduce la literatura de
Fernando Pessoa, Leopoldo
María Panero, Heinrich Böll,
Derek Walcott y Charles
Bukowski; además de la filosofía
existencialista de Jean
Paul Sartre. A la fecha tiene
cinco libros publicados y ha
sido incluido en cuatro antologías.
¿César, qué importancia tiene
para el ciudadano leer poesía?
Si me preguntas por el
"ciudadano",
te diría que no tiene
ninguna importancia que lea
poesía. La visión del ciudadano
es práctica. El "ciudadano"
debe sobrevivir en un mundo
con escaso empleo y desbordante
delincuencia; y sobrevivir
es asumir el terrible entorno,
disfrazarse, desvirtuarse o
enfurecerse…
Entonces los conceptos
"ciudadano"
y "ser humano" no se
rigen bajo un mismo orden de
conducta…
Si me preguntas por el "ser
humano", entonces hay un
giro que, no sabiendo de dónde
viene, me distancia de todo
y hace que ese o aquel hombre
se vuelvan yo, se refleje en
lo mismo que en mí vive. Entonces
la poesía adquiere otro
matiz, algo más trascendental,
y ahí sí podría decir que tiene
una importancia de ensimismamiento,
de reconocimiento
del propio ser.
¿Y acaso no es necesario ese
"reconocimiento" en el
ciudadano?
Sí, en el ciudadano tanto "ser
humano", es decir, tanto se
una a mí en causa común.
Pero la practicidad de la vida
diaria hace el desmadre de lo
real, hace que prevalezca la
extraversión y el interés egoísta.
Date cuenta que los sicarios
y los corruptos también
son ciudadanos, pero sería
muy difícil pensar -en tanto
ejercicio- que están unidos a
mí y se conmueven al leer
"Campos de Castilla" de
Machado,
por ejemplo. Todo
pena, incluso hasta las lágrimas.
Tú eres educador, ¿eso no es
caer en aquello que llaman
"pesimismo docente"?
El pesimismo docente no existe.
La educación tiene que enfrentarse
con el tema de la libertad.
Yo les digo a los estudiantes,
sobre todo a los adolescentes:
"tú puedes no presentarme
la tarea, pero el precio
de eso no sólo será la mala
nota, sino el castigo de tus
padres a los que informaré
debidamente". Si uno hace o
deja de hacer algo, tendrá que
ser enfrentándose con el efecto.
El ejercicio de leer poesía
crea "seres humanos", cuyo
efecto será enfrentarse a sí
mismos en libertad. El ejercicio
del ciudadano, en general,
es sobrevivir, digamos, con la
"materia" (en términos
marxistas),
y la poesía es la espiritualidad
de alguien que no
conocemos pero que quiere
ser nosotros. Viéndolo bien, es
difícil unir una y otra cosa a
pesar que es el mismo sujeto
de análisis.
¿Cómo puede influir la poesía
en la sociedad?
Las sociedades del mundo se
crearon sin poesía, y podrían
vivir sin ella. Sartre dice que
tal vez sería mejor vivir sin ella,
pero creo que en esa circunstancia
no se experimentaría la
creatividad como lo único que
no pertenece a la
"estructura"
que nos gobierna como ciudadanos,
como población que
necesita ser ordenada. La educación
necesita ayudar a ese
fin, en los que crean en ella,
pero como se está en libertad,
los ciudadanos también tienen
derecho a no creer en el hecho
educativo y mucho menos
en la poesía. Pero hay algo que
es importante decir y es que
las sociedades crean cierta
identidad con la poesía, es
decir, posibilitan su asentamiento,
tal vez por ahí vaya su
importancia; aunque la identidad
es uno de los temas más
complejos, y sería imposible
separar dichos fenómenos en
su naturaleza.
César, algunas de las cosas
que más conversábamos con
los demás Signos era sobre los
tópicos y categorías poéticas.
Y en algo estábamos de acuerdo…
¿Sigues sosteniendo que
la poesía tiene dimensión social,
que es social en sí misma?
La poesía siempre es social.
Te hablaba de la identidad y
la poesía, y cabe resaltar ante
eso, que la identidad siempre
se construye en sociedad. La
poesía que habla de una piedra
tirada en el camino de
otro cosmos, representa en el
fondo algo que no está claro
como mensaje lingüístico,
pero que indiscutiblemente es
algo que pertenece al enfrentamiento
del ser humano con
este mundo, y eso es un hecho
social; incluso querer
destruir la sociedad con un
poema es social. Otro asunto
es la poesía política, y en ella
siempre hay un rasgo interesante
de ideología más cuadriculada,
aunque respetable.
Me parece no adecuada pero
no incorrecta.
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