jueves, 20 de marzo de 2014

"¡Serranos!" - Por: César Boyd Brenis - Diario La Industria (23/01/14)

(Inspirado en el ritmo de un artículo de César Hildebrandt)

Serrano mi padre que me legó la soledad. Serrana mi abuela que sus ojos verdes la denuncian sin pudor. Serrano nuestro premio Nobel con atisbos de europeo, serrano el poncho (aunque español), serrana la queja de los incomprendidos y revolucionarios.

Serrano nuestro alcalde que conoció la derrota de la aceptación, serrana la mayoría que lo eligió, serrano Mochoqueque entero y la peluquera que en su religión busca a Dios y encuentra las tijeras de la dicha. Serrana mi profesora de literatura de la secundaria que todos amábamos sin compasión.

Serrano nuestro presidente y su ascendencia entera. Serrano Toledo (aunque hecho trizas por sí mismo). Serranos mis amigos choferes que escuchan chicha; serrano “El provinciano” de Chacalón (mi preferida), serrano el taxista que llamo por teléfono en emergencias nocturnas, serranos muchos apellidos pitucos de Santa Victoria.

“Serrano” el apodo que me puso mi tía, serrana mi esposa, serranos mis hijos por herencia parcial, serrana la “s” final que adoro en las palabras serranas; serrano nuestro poeta universal Vallejo, serrana su dulce Rita y su hueso húmero, serrano nuestro magnífico Arguedas de todas las sangres, serrana nuestra mejor cineasta, serranos nuestros incas inmortales, serrano el maestro Díaz Núñez (nuestro novelista), serranos nuestros únicos chiclayanos adoptivos que ganaron el Premio Nacional Horacio Zevallos (Javier Villegas y Dandy Berrú), serrana la mayoría de restaurantes de Chiclayo.

Serrana la idea de nación, el rescate abanderado, el tropiezo, el nuevo comienzo, la empresa espontánea de las lanas, el cóndor más pomposo, la vicuña del escudo y la flor de retama. Serrano Mariano Melgar y sus tristezas, serrana su Silvia que tuvo muchos nombres y está encarnada en todas las mujeres.

Washington Delgado, serrano y profesor, serranos sus “Días del corazón” (1956) y su “Parque” (1965). Serrano el club chigriripano, el chotano, el cajamarquino, el cutervino, el santacruceño, el de Lajas y el de Llama. Serrano el embajador “chiclayano” Guely Villanueva. Serrano Hernando de Soto, Cornejo Polar, Honorio Delgado, Alberto Hidalgo, Clorinda Matto, Antenor Orrego, José Sabogal y el remanso de una colina.  

Serranos los proverbios de la valentía y de la pugna, serrano el Inca Garcilaso, serranos los poetas José Abad y Ronald Calle (cofundadores del Grupo Literario Signos), serrano mi mejor amigo de la universidad (Jorge Cáceres), serrano el maestro Reynoso y serrano el espíritu de su novela “En octubre no hay milagros”, serranos el presidente Belaúnde y Víctor Andrés (el escritor y orador muerto en el 66), serrano el drama Ollantay y sus amores, serrana la historia del Perú con sus dotes de tristeza, y yo, mitad serrano y mitad ferreñafano, en una eterna pugna solitaria.

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