lunes, 8 de enero de 2018

"La Paisana Jacinta y la ficción" - Por: César Boyd Brenis - Diario La Industria (16/12/17)

(Artículo publicado con el riesgo de ser una interpretación errónea con respecto a la idea de ficción en la Literatura.)

“Pantaleón no sabe lo que es la ficción”. J. Benavides


Sí, el Ministro desconoce lo que es la ficción. Pero Benavides también. Este último cree que la ficción se contrapone con la realidad, porque posee un concepto posmoderno de ficción. Lo peor de todo es que cree que la ficción no desemboca en la realidad, no la golpea y no tiene su sustento en ella.

Ambos deben saber que la ficción es una realidad no operatoria. Pues no podemos esperar encontrar a Platero en algún rancho español o, como diría Jesús G. Maestro —del cual tomo el concepto—, no podemos tomarnos un café con el Quijote. Pero sí podemos entender a personajes como estos, porque en la realidad operatoria existen asnos o porque existen esquizofrénicos que se creen lo que no son, respectivamente.  

En el caso concreto, la ficción en el teatro (o el “cine”) necesita tocar la realidad operatoria. Es, tal vez, el género que mejor la representa. Pues pasa como Hamlet de Shakespeare, quien tuvo que levantar una obra teatral, dentro de la propia ficción (es decir, dentro de su realidad no operatoria), para que los asesinos de su padre se vieran reflejados en ella. Hizo una “subficción” en la ficción, pero siempre tuvo claro que la primera realidad (la “subficción”) debía reflejarse en la segunda realidad (“la ficción”) para que alcance su máximo sentido. Este ejemplo no es más que una recreación de lo que sucede entre la realidad operatoria y la no operatoria.

Sin embargo, el autor de “La paisana Jacinta” cree que no apunta a ninguna materialidad o realidad operatoria, y que el racismo de sus personajes no tiene una injerencia directa en los comportamientos de la sociedad. Es decir, cree no estimular la marginación hacia las personas de escasos recursos económicos venidos del campo. Y su argumento está basado en mencionar una y otra vez que la paisana Jacinta no existe. Grave error.

Jorge Benavides no comprende que su “paisana” sí existe, pero su existencia es estructural, y se condiciona dentro de los patrones de su argumento; pero sería absurda si la saca de “la realidad” y la traslada a algún “mundo posible” (concepto posmoderno). Pero no existen “mundos posibles”. Para bien o para mal, solo tenemos este mundo en el que todos nos movemos operatoriamente y en el que unas leyes nos rigen gracias a un Estado político. No hay otro mundo desde el cual interpretar la ficción en el arte (o en el teatro en particular). No hay otro, y el que dice lo contrario es un charlatán o ha perdido el juicio. ¿Cuál es el caso de Benavides? Tal vez la simple ignorancia, o tal vez no.  

Suele pasar que tanto los autores como los narradores de las obras llegan a ser unos grandes cínicos. Si pasó con Miguel de Cervantes (ver vídeo en YouTube “Nueve criterios para interpretar El Quijote” de Jesús G. Maestro), entonces puede pasar con cualquier hijo de vecino. Para salvar las distancias, de lo que Cervantes hacía gala en el cinismo del narrador del Quijote (que ningún crítico pudo ver hasta siglos posteriores), no puede compararse con el claro motivo del cinismo de autores como Benavides: la fama fácil y el dinero. ¿Hay otras razones acaso?

1 comentario:

  1. A mi parecer se resume como tu bien dices en la ignorancia de Benavides y la del mismo ex Ministro en no saber como interpretar la ficción o ni siquiera poder definirla. Desconocen que un personaje como la Paisana se alimenta de lo que existe y de lo que las personas como yo llamo criollo-mestizo-católicas generan toda una idea de un determinado grupo de personas ajenas a sus costumbres más occidentales por así decirlo. El peligro está es que esta reproducción de la realidad(burlesca) termina por multiplicar y reproducir comportamientos estereotipados y discriminatorios contra un grupo de personas en las que otro grupo encuentra similitudes tergiversadas por el personaje de la Paisana Jacinta.

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