martes, 17 de febrero de 2015

"El alcalde sujeta la escoba: ¿La imagen es la realidad?" - Por: César Boyd Brenis - Diario "La Industria" (06/01/15)

En su alegoría de la caverna, el filósofo Platón decía que la realidad que vemos es una sombra o una copia de algo que se nos muestra desde nuestras espaldas hacia la única pared en donde está puesta nuestra visión. En la pared se encuentran la sombra del observador, de los objetos alrededor de él —en síntesis— de la realidad total que podemos ver. Como no está permitido voltear la vista hacia otro lado, entonces sólo vemos las sombras desfilar en una pasarela oscura y eterna.

Por ello, nuestro sesgado y hasta apasionado entendimiento puede hacer que esa realidad sea tan diversa. Eso lo confirmé cuando por el Parque principal de Chiclayo, en plena juramentación, encontré a viejos amigos políticos y les pedí, con honesta curiosidad, acerca de la iniciativa del alcalde de salir a barrer las calles de Chiclayo el primer día del año.  Como era de esperarse, uno de ellos me afirmó indignado que por su casa la basura hasta el momento seguía ahí; otro, me dijo que era “sólo para la foto de rigor”.

Por mi parte, sin embargo, sí vi sorprendido que la avenida Leguía —al menos por el sector donde vivo— estaba limpia de bolsas de basura o de residuos del holocausto de muñecos que deja el viejo año, aunque se notaba que la recolección había sido hecha con una velocidad muy usual, pues los pequeños montículos de barro seco y polvo aún mostraba el rastro de las palas o los instrumentos que levantan la basura. En fin, algo es algo. Aunque para Platón ese algo también hubiese sido sombra.

Confieso que el calor infernal sólo hizo que me quedara hasta la juramentación del cuarto regidor, a pesar que vestía short y un polo fresco, y el libro “Israel-Palestina” de Vargas Llosa me daba la sombra suficiente a mi rostro para divisar a media distancia a las nuevas autoridades que juraban por sus muertos y por los vivos de un Chiclayo que necesita tener esperanza, sobretodo después del esperpento atroz que nos dejó el anterior régimen.

Al volver a casa, me percaté que un diario había publicado una pequeña imagen del alcalde barriendo la ciudad. Entonces recordé de nuevo a Platón y su odio por los poetas, los cuales a decir del filósofo griego no podrían estar jamás en su República ideal, pues ellos copiaban una realidad ya copiada: hacen una sombra de otra sombra. Como el lenguaje y la fotografía hacen sólo una diferencia material, creo que los fotógrafos asumen ahora un papel más cercano a lo que se refería Platón en sus escritos. Y esa escoba, símbolo de limpieza —recuerden cuán “limpias” eran las manos de los símbolos pasados— es una sombra que llegará a la trascendencia (otro concepto platónico) cuando los prisioneros se liberen y salgan de esa caverna y se supere esa frase de Adorno y Horkheimer en “Dialéctica del Iluminismo”: “De la inmadurez de los dominados vive la decadente sociedad”.

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