miércoles, 9 de diciembre de 2015

"Nos visita un Pablo Neruda" - Por: César Boyd Brenis - Diario "La Industria" (27/11/15)

No conozco al gran poeta Víctor Hugo Díaz (Santiago de Chile, 1965). Esa condición de lejanía se revertirá este viernes y sábado (27 y 28 de noviembre), cuando el mencionado vate visite Chiclayo, el lugar de su fin de semana, antes de enrumbar por varios países de Latinoamérica. Su paradero estará en el Festival del Diantre, una celebración de la poesía que año a año ha ido calando en la tradición cultural de nuestra ciudad, y que este 2015 cumple su séptimo aniversario (número cabalístico), para lo cual sus organizadores han traído a un sureño que promete exorcizarnos con su pluma.

En el 2004, Víctor Hugo Díaz ganó el Premio Pablo Neruda de Poesía Joven, galardón conseguido también por Raúl Zurita, otro distinguido poeta de las letras chilenas. Este premio es otorgado a un autor menor de cuarenta años en plena producción, que aparte de ofrecer sus buenos miles de dolares, brinda una medalla (“¿en qué se gasta varios miles de dólares un poeta?”, esa es una pregunta obligatoria para Víctor Hugo). Ha publicado “La comarca de los senos caídos” (1987), “Doble vida” (1989), “Lugares de uso” (2000) y “No tocar” (2003).

Tal vez ya en el Chiclayo de todos nuestros días, en su hotel de refugiado, dirá como en su segundo libro: “La noche era el obscuro escenario/ sobre estos barrios/ A través del rectángulo de la ventana/ solo la visión detenida… parabrisas sucio/ ante el paso de los vivos”.

El poeta Juan José Soto, organizador del evento, me cuenta que el invitado chileno estará en el festival compartiendo mesa con Cromwell Castillo (vate que alguna vez me refirió que mover la pluma era más trascendental que mover “el cuerpo sobrante”). Esa dupla, sin duda, fortalecerán los oídos de los invitados, tanto que los anularán, en nombre de un silencio estruendoso que es la reflexión.
 
Víctor Hugo, aún libre de nuestra cercanía poética, quizá arribe a la Ciudad de la Amistad, ironizando con sus versos de La invención de los amigos: “Los extraños que conocemos/ son cada vez más jóvenes// Es igual para todos, una calle lateral/ batiendo los brazos a distintas velocidades/ pero siempre cuesta abajo/ Afluentes de una misma inundación”.

La inundación de la poesía se sentirá en Chiclayo con varios representantes del verso local, así como Raúl Ramírez Soto, Jorge Fernández, Javier Villegas, Marino Camacho, Stanley Vega, Matilde Granados, Joaquín Huamán, Mariana Llano, Marie Linares, Ernesto Facho; y la incertidumbre contundente o esquiva del poeta Ernesto Zumarán, la cual da la pincelada de la presencia o ausencia de su ser fulminate. Con ello, la fiesta del Diantre está pagada.

El poeta Víctor Hugo escribiría, presagiando el viaje: “Una larga lágrima en el vidrio/ divide estas calles entre un signo y otro/ Allí tarareamos viejas canciones/ tendidos la cabeza en blanco ni mácula/ Un rumor doméstico surca el precipicio…”. Un poeta total.

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